martes, 5 de enero de 2010

Animal Planet

En la televisión intentan venderme
los dibujos animados de Jesús
y un par de imbéciles
me los recomiendan,
sonriendo desde la pantalla.
Dicen que todavía estoy a tiempo.
Que puedo encontrar la paz.

De Jesús a la trinidad.
Sonrío. Con casi todo el odio del mundo.
Es obvio que ella me miente.
Es obvio que, entre nosotros, hay otro tipo.

Pongo Animal Planet
y unas leonas intentan comerse a un jabalí
pero no pueden.

La habitación está oscura.
Hace un calor insoportable.
El pelo se me pega en la cara.
Es obvio que ella me miente.

Un oso polar que parece adorable
salta sobre la nieve y,
después de muchos intentos fallidos,
encuentra una foca escondida y se la come.

El hielo se pone rojo.

El oso polar me mira fijo.

Él sospecha cómo son las cosas:
Nada y nada hasta que, alguna vez,
aparece algo.
El oso sabe que ella
es como encontrar un bidón de agua en el desierto
después de haber pasado 3 días de sed.
Un bidón gigante. De 500 litros.
Algo demasiado pesado.
Algo que es preferible
pasar por alto
y olvidar
y morir.

2 comentarios:

  1. ah, habia olvidado decirle que la barbie divorciada se queda con el auto, la casa y el barco de Ken, MAS el amigo.
    Pero quedese tranquilo que hay otros modelos de barbie.
    Pasa que la otra vende al precio del bidón de 500 litros, aunque tal vez confiese con mirada plástica ;)

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